Un triste subterfugio

Me sostengo inerte,

soñando, 

procurando,

imaginando tenerte,

más sin verte,
en la ridícula suerte,
de un triste subterfugio,
interno un infierno
donde además me refugio

pues a veces hace tanto frío,
y lo tengo todo adentro,
pero me siento tan vacío

la primavera es más triste,
porque claro, el amor existe,
pero embiste y parece un chiste

pues como el mar, recibo lluvia
y lo transformo en sal,
que mal, insisto que mal,
quemar la cal,
para volver a empezar?...

me doy cuenta, pero
que hago? me muero!
una especie de suicidio,
voluntario por cierto,
empero, y no miento,
que amo
y amo todo,
no lo actúo, no lo demuestro,
no lo razono,
pero lo siento,
y lo siento si procedo
y camino de otro modo.

Beso versos tuyos,
que suspiros,
son murmullos:
sin ciencia, sin orgullo,
solo amando así desnudo.

Y apareció cuando te vi

Mariposa ciega
que aciaga espera
en la ciénaga, y es eslava,
esclava del viento
que clava como daga
y golpea en su ala,
es certero y siente,
se escapa entre valles
hasta la noche estrellada
y se acuesta en el vientre
de una flor, un amor,
de polen embarazada

y se hizo un bosque,
por donde rondaban
ideas, empresas,
que ganaban,
sonrientes

y que hoy es la hoja
donde con sangre plasmo,
sobre una mariposa eslava,
que volaba, esperaba,
aciaga pues esclava,
de su belleza, el viento
sometía y amaba
quien no la amaba...

Estoy feliz lo juro

Aciago paseaba

y tu recuerdo como daga

apuñalandome el alma

y caminaba

caminaba exhausto,

infausto,

el amor :

una especie de claustro,

donde me encerraba por gusto

y disgusto, porque malo,

y tanto

que al final se gasto

el plomo es oro me dije,

y tú! eres tanto me dije,

pero es triste buscar alegrías.

cuando son viejas alegrías

las que te afligen.