Queja

La vida es la ironía
de poetas confundidos
y de musas inocuas...

el amor por ejemplo, tan doloroso y certero
allá donde exista va quemando espantos...
va componiendo cantos
y llantos...

Y esa ironía nos deja perplejos,
cuando deja de ser sin dejar de serlo
cuando migra la piel y encumbra su vuelo.

Los poetas sin embargo solo rasgan la tela,
expresan algo, o algo
se conforman de aquello,
aquello los va formando

nadie los entiende a veces
aunque parecen entender la poesía,
pero aquello es un momento.

Y  no se trata de embellecer la realidad,
se trata de quemar el mundo
y escribirlo un poco más bello,
mucho mas justo.

La poesía es la ironía
de quienes viven confundidos
y las musas solo excusas que colocan.

Te escribí algo

Respiro profundo y lento...

No sé si debería escribir esto, pues la tristeza no es absoluta...

solo es tris, y gris la pérdida que subyace...

tu risa sencilla y afable a veces llenaba vacíos hoscos, 

pero no terminaba más que sentirme mal al final de la jornada...

pensemos entonces que el problema es de mi parte.

No quiero mencionar nada al final porque tiene un poco de todo,

y nos hemos perdido a pesar de prestar hombro

por no acallar en el silencio del otro...

y pensar que menosprecio,

como si hubiera perecido de valor

el amor y el aprecio.

Sí, estoy seguro de que estas palabras se perderán en el más frío de mis espacios

y no rozarán siquiera tu ya alejada existencia.

Pero termino este desahogo,

con el anhelo ya no tan desesperado

de que vuelvas un poco la mirada, aunque huraña...

por último para saber que aun existo

y que nada es tan fugaz cuando paseo entre tus cuencas y bajo el cielo de tu mirada.

Oda a lo vivido en la toma

En la quietud de las consciencia nubladas

de una República dormida

que vivía y moría cegada,

Tú levantaste la algarabía 

con aliento revolucionario y alegría,

en los días cuando estabas.

Cuando el perfume del Sol 

acariciaba nuestros lugares,

cuando la gélida noche

acompañaba nuestra estancia, 

nuestros hogares

donde vivimos más de lo que esperamos,

donde nuestras almas tomadas de las manos

bailaban mirando al fuego

El vino nunca fue tan bueno

el frío nunca fue tan malo,

cuando tu existías

agradecía mi condición de humano,

sin condición amamos, 

y una orgía de sentimientos,

orgía de historias, juegos, risas;

orgía de orgías

que quizás las viví con prisa...

fui novato en eso de respirar profundo

anhelo con impaciencia esos mundos

me congelo estando solo a ratos,

me incendio recordando esos segundos,

como todo en la parrilla escuchando sus relatos.

La memoria es una frágil tela donde pintamos la vida

y yo prometo hacer de tu vida la más fuerte

para que ni el fuego voraz del olvido pueda tenerte

y hacer de tu recuerdo esperanza cuando la esperanza esté perdida,

o cuando la muerte

 quiera hacer valer sus intenciones homicidas

y mi propia vida no logre convencerme.

Primer eslabón

Vago, mis inquietudes son quimeras,

nadan en el espacio-tiempo de mis esperanzas futuras

y son dudas, que estrangulan en mi pecho 

haciendo el techo de estrellas fugaces y extintas,

las lágrimas pintan gélidas improntas que mueren en mis pómulos

ásperos de frío, viento y amargura.

 

El precipicio se hace afable y esboza mi sombra en su lienzo,

escarlata la sangre hierve aunque me siento como un témpano

soy yo mismo el abismo al cual saltó en un inconsciente acto de heroísmo,

pero en vano si lo pienso

pues me hallo inmerso en la inconsistencia de mi existencia,

cual eufemismo, si muerto he vuelto 

la vida irradia de sinsentido.

Vago, miro arriba buscando un Dios que me abrace en su yugo,

pero me siento miserablemente libre

encadenado a todo lo mundano que existe, 

sin poder ser más que lo que se supone que debo ser,

y con mucha pena,

como un arrebolado atardecer.

Innochado

La noche,

noche tibia y estrellada,

en cuya aurora 

reposan sueños y canciones de nana,

historias de cama, bohemias

o vanas,

siluetas que escapan, 

sirenas que empapan

 silencio con su barullo,

frazadas que se hacen capullos,

humos que apagan murmullos

e inquietudes,

amores que se unen,

otros se distancian,

otros guardan la fragancia

y son infieles, pero impunes,

habitan depresiones y suicidas,

homicidas y ladrones,

miedos, esperanzas... vacilaciones,

Santiago de noche es un misterio como tus emociones.

Sonrisa I

¿Quién eres?
Impetuoso mi "super yo"
abordaba la calamidad sonrosada
de esta menuda existencia atardecida
en los umbrales de derrotas y miedos.

Y sonreí aliviado,
cuando reconocí, ante las sombras,
atisbos de luz y de amor:
tomándome de la mano, y acariciándome el alma.

Desidia

Roto,

vaga la esperanza repartida

en esquirlas

persiguiendo sueños,

persiguiendo vidas...

nadando en cielos ajenos,

haciendo poemas de heridas

canciones de miedos.

En un ponto,

ciego de humores, de amores

y pronto, 

la sentencia post-mortem;

agonía de una vida sinsentido,

pues los fines hechos dilemas,

los dilemas hechos sentidos,

y así,

en la pronta calma de este sueño estival,

ojo del huracán por cierto,

que mal.